Se vende calavera. Humana. Y por 50 euros. El sorprendente anuncio aparece en un conocido portal de compraventa y subasta por internet. Lo firma un vecino del barrio de La Rondilla y ya está en manos de la Brigada de Policía Judicial de Valladolid para estudiar su licitud y, si lo entiende oportuno, abrir una investigación para tratar de averiguar el origen de este resto humano.
El anuncio se colgó la tarde del pasado 28 de febrero. Tiene sólo 18 palabras, pero resultan más que suficientes: «Calavera auténtica de hombre, tiene la mayoría de los dientes, magnífica para fabricar una lámpara de habitación». Sin más.
Y negociable. El reclamo que introduce el anunciante parece siniestro. Pero si se mira un poco más arriba y se ve que el precio, 50 euros, y que éste es «negociable», la cosa roza ya lo esperpéntico.
El anuncio está acompañado por cuatro fotos para apreciar la ‘calidad’ de este cráneo humano «auténtico», tal como destaca el vendedor. Las cuatro están hechas por él mismo -en una mano la cámara y en otra la calavera-, aparentemente en su habitación, y en un par de minutos.
Medio centenar de usuarios de este portal de internet ya habían visto el anuncio al cierre de esta edición. En cambio, lo que no ha podido confirmar este periódico es cuántas de esas visitas se han convertido en ofertas porque no se ha logrado contactar con este vendedor.
Otras calaveras 'famosas'. El destino propuesto por este anunciante es convertirlo en una lámpara -llega a decir que sería «magnífica» para este fin-, pero no es la primera vez que la opinión pública vallisoletana conoce otros destinos de calaveras ‘famosas’.
Así, en febrero de 2004, hubo un vecino de Huerta del Rey, con problemas psiquiátricos, que fue detenido por la Policía acusado de varias profanaciones en tumbas de El Carmen. Al parecer, Rubén H.E. utilizaba los restos humanos para pseudo ritos satánicos, bajo la creencia de ser un dios egipcio; este joven repitió profanaciones, y arresto, en marzo de 2010.
Otra calavera ‘famosa’ fue la que encontró un barrendero, en septiembre de 2010, en Huerta del Rey, un cráneo de más de cien años que terminó en una papelera. ¿Una mala compra?