Es un hecho que las políticas de atención a mayores en la Comunidad están en la vanguardia nacional. Los diferentes barómetros sitúan a Castilla y León como la autonomía que más se vuelca con este colectivo. Y lejos de bajar los brazos, el Ejecutivo regional sigue dando vueltas de tuerca a sus políticas para que éstas sean más efectivas. De ahí, que la nueva oferta de la Junta se centre ahora en adaptarse al nuevo mapa social y acercar su atención a domicilios y residencias.
Siguiendo estas premisas, los delegados de la Junta recibieron ayer el encargo de dar a conocer, sobre todo en el medio rural, este nuevo modelo, que se centra en los centros multiservicios y las unidades de convivencia, durante la reunión de la Comisión General de Coordinación Territorial, que presidió el consejero de la Presidencia y portavoz, José Antonio de Santiago-Juárez. La encargada de explicar el modelo fue la titular de Familia e Igualdad de Oportunidades, Milagros Marcos.
En ese sentido, la consejera también demandó a los delegados territoriales que trasladen a los profesionales de los servicios sociales de las corporaciones locales este nuevo modelo para que informen a las personas mayores de que tienen la posibilidad de beneficiarse tanto de los centros multiservicios, como de las unidades de convivencia. La consejera indicó que el nuevo modelo persigue acercar la oferta y la demanda en los centros residenciales, así como garantizar una atención profesional, la viabilidad de la amplia red de residencias y preservar el empleo en el sector de los servicios sociales, según informa Ical.
Además, expuso que pretende dar también una respuesta a los cambios que se están produciendo en la sociedad, ya que los datos indican que el 54,8 por ciento de las personas mayores de 65 años viven en el medio rural, y de ellos, un 52, en municipios de menos de 1.000 habitantes.
«Esto obliga a introducir cambios para adaptarse a dos nuevos escenarios: ayudar a las personas mayores que deseen permanecer en su domicilio y, si no es posible, ofrecerles una vivienda alternativa, que equivaldría a lo que antes era una residencia, pero haciéndola un lugar más confortable que sea lo más parecido posible a su casa», indicó la consejera a los delegados en el transcurso de la comisión.
Identidad de la persona. De hecho, la Junta recordó que el 95 por ciento de las personas mayores no quiere ir a una residencia tipo, lo que hace necesario una reestructuración del modelo para que respete la identidad de la persona, sus decisiones, gustos y preferencias; se parezca lo máximo a un hogar.
En la actualidad, Castilla y León dispone de 81 centros multiservicios. Estos centros ofertan 423 servicios, entre ellos, ayuda a domicilio, lavandería, catering, rehabilitación, asistente personal, o la posibilidad de permanecer en la residencia durante el día o sólo por la noche, e incluso dormir un fin de semana. Además, la Comunidad oferta ya 25 unidades de convivencia, ubicadas en centros residenciales, que ofrecen a sus residentes un ambiente similar al de un hogar, pero también una atención profesional, donde el trabajador de referencia tiene una visión global del residente y se encarga de hacer un seguimiento personalizado de sus rutinas y cuidados diarios.