La Comisión Ejecutiva Municipal del PSOE de Valladolid aceptó ayer las disculpas públicas ofrecidas por el edil en el Ayuntamiento de la capital y portavoz en la Diputación, Juan José Zancada, respecto de las polémicas declaraciones en las que puso en entredicho la idoneidad de la estrategia del Grupo Municipal Socialista y, por tal motivo, acordó paralizar su expulsión del mismo.
Así lo anunciaron ayer por la tarde, al término de dicha reunión, el presidente del Grupo Municipal y el secretario provincial, Óscar Puente y Javier Izquierdo, respectivamente, quienes coincidieron al subrayar, en palabras del segundo de ellos, la necesidad de pasar página e iniciar una "nueva dinámica" de trabajo con el fin de recuperar la confianza de los ciudadanos.
Y es que para ambos dirigentes, las disculpas públicas de Zancada han dado un "giro radical" al proceso y, tal y como han sostenido ambos, suponen "un esfuerzo de una tremenda envergadura" que "es preciso reconocer", según apostilló Izquierdo, quien, en declaraciones recogidas por Europa Press, indicó que, con ello, se desactiva cualquier acción prevista contra el edil socialista, portavoz en la Diputación y secretario regional de Política Municipal del PSOE, "como su salida de concejal en el Ayuntamiento".
Daño a la imagen del partido. Izquierdo reconoció que lo ocurrido en los dos últimos días "no es como para estar satisfecho" y por ello aprovechó para pedir públicamente perdón a la ciudadanía, al tiempo que mostró esperanzado de que este episodio "sirva como punto de inflexión".
En la misma línea, el secretario municipal y presidente del Grupo Municipal del PSOE en el Ayuntamiento, Óscar Puente, precisó que la cuestión ha quedado zanjada a petición suya tras escuchar las "sinceras" palabras de su compañero de bancada y, al igual que el anterior, abogó por cerrar un conflicto que ha dañado seriamente la imagen del partido.
"Si ese daño sirve al partido de cara al futuro será bien empleado", enfatizó Puente, quien apostilló que una de las conclusiones extraídas de este enfrentamiento es que "las discrepancias políticas no se dirimen en público sino de forma interna dentro del partido".
El conflicto tiene su origen en unas declaraciones efectuadas por Zancada en las que, entre otras cosas, lamentaba que la línea de trabajo del Grupo Municipal Socialista del que forma parte y que preside Óscar Puente estuviera más centrada en el ámbito urbanístico que en el de política social.
El enfrentamiento entre ambos concejales llegó a tal extremo que Óscar Puente exigió a Zancada su dimisión, ante lo cual el propio secretario general, Alfredo Pérez Rubalcaba, tuvo que intervenir para que el secretario de Organización y el líder regional del PSCL, Óscar López y Julio Villarrubia, respectivamente, mediaran entre las partes para alcanzar una solución de urgencia.