Castilla y León quiere estar en primera línea y desde el primer momento arrimando el hombro en la cooperación al desarrollo. Por eso, el consejero de la Presidencia de Castilla y León, José Antonio de Santiago-Juárez, firmó ayer en Madrid un acuerdo marco para la Cooperación y el Desarrollo que implica a Gobierno central y otras cinco comunidades autónomas, Baleares, Valencia, La Rioja, Galicia y Madrid. El acuerdo establece un protocolo de actuación conjunto para mejorar la efectividad de las políticas de cooperación allí donde están trabajando las distintas administraciones. «Se trata de ser más efectivos y de llegar a más gente, porque al final estamos hablando de personas», dijo el consejero al término de esta firma, que no significa que la Junta «vaya a prescindir de sus convocatorias a las oenegés, sino que seguirá trabajando con las organizacioones de Castilla y León que hayan resultado más eficientes de la misma forma que se venía haciendo hasta ahora».

 

De Santiago-Juárez estimó como «muy positiva» esta iniciativa ya que permite mantener las acciones de cooperación a pesar de los tiempos de crisis en los que estamos inmersos. «Es más fácil cuando estamos en época de bonanza, pero tras seis años de crisis cada vez hay que ajustarse más», por lo que este acuerdo hará que «no vaya cada uno por su lado». Y eso que en Castilla y León, como confirmó De Santiago-Juárez, se mantendrá la partida presupuestaria para esta materia para 2014, cifrada en más de cuatro millones de euros, «algo que se llevará a cabo no sin esfuerzo».

 

Castilla y León mantiene programa de cooperación en la frontera con Haití y la República Dominicana, áreas de intervención principales para la Comunidad en Iberoamérica, junto con El Magreb africano. «Una zona extremadamente pobre y en la que abordan una educación sanitaria porque la salud es fundamental y sin ella difícilmente se puede desarrollar tu proyecto vital», aseguró.

 

«Yo creo que a partir de ahora se van a incorporar el resto de comunidades autónomas» pero en Castilla y León «tuvimos claro desde el principio que esto es lo que teníamos que hacer, y que era lo idóneo si queríamos tener resultados», indicó De Santiago-Juárez, porque en definitiva «estamos hablando de las zonas más deprimidas del mundo». «Parece sensato, lógico y positivo que nos unamos y decidamos coordinar en qué zonas vamos a ser más activos para que nuestras acciones tengan más impacto, más éxito y cumplan mejor sus objetivos», comentó.

 

La firma del convenio es el primer paso para la creación de un Fondo humanitario de ayuda de emergencia y acción humanitaria que permitirá actuar de una forma más rápida y eficaz ante situaciones de catástrofes. Además, para alcanzar los objetivos previstos por el convenio se prevé la puesta en marcha de diferentes líneas de trabajo: fondos comunes, programas y proyectos, formación, asistencia técnica, prestación de servicios o investigación en materia de desarrollo.